Cualquier persona que haya sido joven en la Italia de los años ‘80 recuerda a un chico de 15 años que en 1985 quedó en segundo lugar en el festival de Sanremo. El evento fue producido por Toto Cutugno, autor de otro éxito de Sanremo, “L’italiano”, en 1983.

En la edición de 1985 el primer premio fue para Ricchi e Poveri con “Se m’innamoro” y el tercer lugar para Gigliola Cinquetti con “Chiamalo amore”

La canción que quedó en segundo lugar fue Noi, ragazzi di oggi (Los muchachos de hoy, en la versión en español) del cantante Luis Miguel, apenas un adolescente pero ya por entonces dueño del escenario, portador de la energía de un profesional. En una noche, se convirtió en el nuevo ídolo de las adolescentes italianas.

Aún hoy, con 53 años y 40 sobre los escenarios, es la estrella pop más exitosa de América Latina, con incursiones en diferentes géneros, desde el bolero hasta el tango y desde el jazz hasta el corrido (género mexicano por excelencia).

Después de permanecer alejado de los escenarios durante cuatro años, Luis Miguel se encuentra en Buenos Aires para inaugurar una gira mundial (que continuará en Chile, Estados Unidos y México).

Luis Miguel en 1985, en la época del festival de San Remo.

En Argentina programó diez fechas (en el Movistar Arena de la ciudad de Buenos Aires) y todas serán a sala llena. El debut fue el 3 de agosto: 15.000 personas ovacionaron las primeras notas de Será que no me amas.

El artista ofreció al público -casi todas mujeres aunque de diferentes edades- un generoso repertorio musical de dos horas, con éxitos de todos los tiempos: Culpable o no, Ahora te puedes marchar, Suave y duetos electrónicos con Michael Jackson y Frank Sinatra (Come fly with me).

También hubo tiempo para el tango (Por una cabeza, Volver..). El cierre fue con algunos temas populares mexicanos, como los del disco México en la piel, interpretados de manera rigurosa en mangas de camisa y con 14 mariachis (con sus típicos sombreros) en el escenario.

Nacido en Puerto Rico pero de madre italiana (Marcella Basteri, de Carrara, desaparecida en 1986 en Madrid en circunstancias que nunca fueron del todo esclarecidas, de acuerdo al relato de la exitosa serie de Netflix sobre la vida del cantante), Luis Miguel creció en México y se inició en la música de la mano de su padre-manager, el guitarrista español Luisito Rey. 

Luis Miguel tuvo siempre una relación ambivalente y tormentosa con él: le debe toda su carrera -comenzando por su apodo, "El sol de México"- pero al mismo tiempo lo acusó de haberlo explotarlo económicamente, causándole problemas psicológicos y adicciones al alcohol y a las drogas.

Además, Luis Miguel siempre atribuyó a su padre la responsabilidad de la desaparición de su madre, un misterio sobre el que nunca se ha arrojado luz.