BUENOS AIRES – En la 66ª Cumbre del Mercosur, celebrada en Buenos Aires, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumió la presidencia pro tempore del bloque por los próximos seis meses. El traspaso de mando, a cargo del mandatario argentino Javier Milei, marca el inicio de un semestre que Lula definió como de “mucho trabajo”, con una ambiciosa hoja de ruta destinada a fortalecer el rol del Mercosur en un escenario global “inestable y amenazador”.
La cumbre se dio en un contexto de avances significativos, como la reciente firma de un Tratado de Libre Comercio con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y la reactivación de negociaciones con la Unión Europea. En ese marco, Lula presentó las cinco prioridades de su mandato, con énfasis en la integración regional, la autonomía estratégica y la proyección internacional del bloque.
Un Mercosur más fuerte, verde y conectado
Impulso comercial y nuevas alianzas
Lula se mostró confiado en cerrar el acuerdo con la Unión Europea “antes del fin del mandato brasileño”. También propuso diversificar las alianzas del Mercosur, especialmente hacia Asia (China, India, Japón y Corea del Sur), y avanzar en acuerdos con países de la región como Colombia, Ecuador, Panamá y República Dominicana. Anunció además la reactivación del Foro Empresarial del Mercosur, apoyo a pymes y un sistema de pagos en monedas locales “moderno y revigorizado”.
Transición energética y cambio climático
Con Brasil como sede de la COP30 en 2025 (Belém), Lula planteó posicionar al bloque como referente en sostenibilidad. Criticó el negacionismo climático y propuso una “taxonomía sustentable” para atraer inversiones verdes. Subrayó el valor estratégico de los minerales críticos del continente —como el litio y el grafito— y llamó a que su procesamiento se realice dentro de la región, con transferencia tecnológica y creación de empleo.
Tecnología y soberanía digital
El desarrollo tecnológico fue otro eje clave. Lula destacó la iniciativa conjunta con Chile en inteligencia artificial como modelo a expandir, y propuso instalar centros de datos en la región para garantizar “soberanía digital”. También planteó transformar al Mercosur en un polo de innovación en salud, con producción regional de vacunas y medicamentos.
Seguridad regional y crimen organizado
En materia de seguridad, el mandatario advirtió sobre la amenaza del crimen transnacional y propuso crear una agencia regional para combatirlo, retomando una iniciativa impulsada por Argentina. También destacó la necesidad de fortalecer la cooperación en zonas críticas como la Triple Frontera y la Amazonía.
Participación ciudadana e inclusión social
Lula cerró su intervención destacando la importancia de escuchar a la ciudadanía. Anunció la reactivación de la Cumbre Social del Mercosur y la convocatoria a una Cumbre Sindical para avanzar en derechos, inclusión y combate a las desigualdades.
Autocrítica, simbolismo y desafíos
Lula reconoció las demoras internas del bloque: “Falta rapidez en nuestras decisiones y en ejecutar lo acordado”, dijo ante sus pares. Un rato antes, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, había dicho no estar “satisfecho” con los avances del bloque regional. “Quisiera que podamos avanzar muchísimo más. Nuestra integración es muy buena en los papeles pero todavía dista mucho de ser un ideal”, dijo el paraguayo.
Lula se comprometió a agilizar las negociaciones -en especial con la Unión Europea- y a transformar al Mercosur en un bloque económico, político y científico “de peso”.
El mandatario también dejó mensajes cargados de simbolismo. Reivindicó la Tarifa Externa Común como herramienta de defensa frente a guerras comerciales globales, condenó la “explotación unilateral” de recursos en las Islas Malvinas y llamó a la unidad sudamericana en la disputa por fuentes energéticas.
En su discurso, rindió homenaje a figuras recientemente fallecidas como el papa Francisco y el expresidente uruguayo José Mujica. “Vengo del mismo cuadrante de la Tierra que estos seres excepcionales”, expresó, comprometiéndose con una integración “solidaria y sostenible”.
Lo que viene
Durante su mandato, Lula buscará avanzar en temas pendientes como la revisión del FOCEM (fondo estructural del bloque) para financiar infraestructura, y el complejo debate sobre la unión aduanera en sectores como el automotor. También se prevé el relanzamiento de instancias de diálogo social y sindical.
Con expectativas altas, el líder brasileño cerró con un llamado a la acción: “Solo depende de nosotros mismos. Les prometo que haré mi parte”.