CARACAS - María Corina Machado, ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, logró abandonar Venezuela en una operación reservada y emprendió viaje hacia Noruega para participar de las actividades vinculadas al reconocimiento. De acuerdo con The Wall Street Journal y fuentes del gobierno de Estados Unidos, la dirigente opositora partió ayer, martes 9 de diciembre, en barco hacia Curazao y desde allí continuó camino a Oslo, en un desplazamiento mantenido en secreto para reducir riesgos en medio de un escenario de gran amenaza personal.
La ceremonia oficial de entrega del Nobel se realizó hoy, 10 de diciembre, en la capital noruega. Machado no pudo estar presente en el acto central, pero el galardón fue recibido en su lugar por su hija, Ana Corina Sosa, quien transmitió un mensaje de la premiada ante el auditorio.
El Instituto Nobel y el Comité Noruego remarcaron que la venezolana hizo todo lo posible por llegar y calificaron el trayecto como un viaje bajo “peligro extremo”, al tiempo que confirmaron que se encuentra fuera de peligro y que se sumará a los eventos posteriores en Oslo.
El plan de Machado es reunirse en Noruega con sus tres hijos, que viven en el exterior. En una conversación con el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, la opositora agradeció a quienes facilitaron la salida y señaló que muchas personas se expusieron para que pudiera estar en Oslo.
Para su entorno, el premio y el propio viaje cargan un sentido político profundo: simbolizan la persistencia de la lucha democrática venezolana y buscan darle visibilidad internacional a la situación interna del país.
Machado permanece en la clandestinidad desde 2024, tras las presidenciales marcadas por denuncias opositoras de fraude, persecución y restricciones a la competencia electoral. Su salida secreta se produce, además, en un momento de fuerte tirantez entre Washington y Caracas, con Estados Unidos incrementando presión diplomática y sanciones, y el gobierno de Nicolás Maduro denunciando injerencia externa. Ese telón de fondo ayuda a explicar tanto la necesidad de mantener en reserva el recorrido como la incertidumbre sobre si el chavismo permitirá su regreso a Venezuela.