MAR DEL PLATA (BUENOS AIRES) – Hace poco cumplió 150 años. Mar del Plata, “la playa” de los argentinos (un poco como Rimini o Forte dei Marmi en Italia), es una ciudad joven.

Estudiar su historia es estudiar la historia de la inmigración italiana, pero también del desarrollo social y económico de todo el país.

Por eso, la editorial Eudem de la Universidad de Mar del Plata creó una colección de libros dedicada a la investigación sobre la ciudad.

Llevan publicados los primeros cuatro volúmenes, escritos por profesores de la universidad e inspirados en sus investigaciones o tesis doctorales, pero con un lenguaje no académico, para una lectura amena, aunque rica en contenidos e información.

Los libros fueron presentados el sábado 11 de mayo en la Feria del Libro de Buenos Aires, durante el último fin de semana de la 48ª edición del evento.

“Estos libros son un ejemplo de cómo una editorial universitaria puede dialogar con la sociedad a través de la historia local”, afirma Alejandro Katz, escritor, editor y profesor de la Universidad de Buenos Aires y Tres de Febrero.

La colección fue presentada por Elisa Pastoriza, directora de Eudem. “La ciudad de Mar del Plata fue fundada en 1864 –cuenta–. Una ciudad joven, cuya historia se complica por el desarrollo turístico y costero y la presencia del puerto”.

María Liliana Da Orden, autora del volumen Cruzar el océano, se pregunta en primer lugar cuál es el responsable de la llegada masiva de inmigrantes. Españoles e italianos, pero también sirio-libaneses y sirios.

“Las actividades del puerto y del verano hicieron de Mar del Plata un destino atractivo –sostiene–. El caso es que en 1910 la presencia italiana en la ciudad era equiparable a la que se podía encontrar en el conurbano bonaerense”.

El cartel del evento en la Feria del Libro.

Los italianos se habían asentado principalmente en la zona portuaria, apodada Piccola Italia. “Fue el efecto de la llamada 'cadena migratoria', es decir, la tendencia de los recién llegados a unirse a familiares y compañeros del pueblo que habían emigrado antes”, explica Betina Favero, autora del volumen no casualmente titulado La “Pequeña Italia”.

Solían dedicarse a actividades relacionadas con la pesca. “Pero también al sector de la construcción, que se encontraba en pleno apogeo y expansión”, añade Favero.

El libro Mar del Plata vertical, de Víctor Pegoraro, está dedicado al desarrollo inmobiliario de los años sesenta, fomentado por la clase media que buscaba “una segunda casa con vista al mar”.

“La fisonomía de la ciudad empezó a cambiar en 1930 y, en pleno boom inmobiliario de los años sesenta, se verticalizó”, afirma el autor, mientras presenta las imágenes de archivo de una selección de anuncios inmobiliarios que ofrecían viviendas recién construidas o en construcción. Es la época en la que Mar del Plata compite con Buenos Aires por ostentar el récord de los edificios más altos de Argentina.

Sufrir en “La Feliz” (el apodo de la ciudad), de Adriana Álvarez, aborda la niñez y la atención de la salud, con la creación de hospitales para la rehabilitación de niños con tuberculosis ósea (que se beneficiaron de la presencia del mar y el sol) o sobrevivientes de la polio, para mejorar la movilidad y facilitar la inserción laboral en el futuro.

La colección comienza con estos cuatro volúmenes pero pronto se verá enriquecida con nuevos títulos, siempre obra de docentes e investigadores activos en el territorio de la ciudad costera.