BUENOS AIRES - El gobierno argentino dio un nuevo paso en el proceso de reestructuración del Estado impulsado por el presidente Javier Milei, al firmar un decreto que convierte al Banco de la Nación Argentina (BNA), la mayor entidad bancaria del país con una participación de mercado del 17,5%, en una sociedad anónima.
Con la firma del Decreto 116/2025, la entidad pasará a llamarse Banco de la Nación Argentina Sociedad Anónima (BNA S.A.), aunque seguirá bajo la supervisión del Ministerio de Economía. Según lo establecido, el Estado nacional mantendrá el 99,9% del capital social, ejerciendo sus derechos a través de la cartera de economía, mientras que la Fundación Banco de la Nación Argentina será propietaria del 0,1% restante.
La intención inicial del gobierno era privatizar completamente la entidad, pero la Ley de Bases, aprobada en junio de 2024, excluyó al Banco Nación, junto con Aerolíneas Argentinas y YPF, de la lista de posibles privatizaciones.
La venta de la entidad requeriría la aprobación de una ley específica en el Congreso, pero el gobierno busca generar una estructura que permita privatizarla en el futuro. La conversión en sociedad anónima es vista como un paso previo, a la espera de una posible apertura al capital privado.
Un banco clave en la historia argentina
Fundado en 1891, el Banco Nación es una de las instituciones financieras más antiguas e importantes del país. Con 17.000 empleados y 650 sucursales, tiene presencia en todo el territorio nacional.
El director del BNA, Daniel Tillard, presentó el balance de fin de año, en el que indicó que el banco cerró con un superávit de 48 billones de pesos (aproximadamente 43.000 millones de dólares) y obligaciones por 33 billones de pesos (unos 30.000 millones de dólares).
El gobierno argentino justificó la transformación en sociedad anónima como una medida para ampliar el crédito bancario, destacando que los préstamos otorgados por el Banco Nación crecieron más de 600% en 2024 y que la apertura del capital podría sostener esa expansión.
Por su parte, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, defendió la medida argumentando que busca eliminar privilegios y hacer más eficiente la estructura del banco. Además, anunció la reforma del sistema de depósitos de fondos judiciales, que hasta ahora obligaba a canalizar esos fondos exclusivamente a través del Banco Nación.
Rechazo y protestas sindicales
La transformación del Banco Nación en una sociedad anónima no estuvo exenta de polémicas. El sindicato La Bancaria, que representa a los trabajadores del sector, declaró el estado de alerta y movilización, anticipando posibles huelgas en rechazo a la medida.
En un comunicado, el gremio afirmó que el Banco Nación se convirtió en el banco más grande, más rentable y con mayor cantidad de clientes del país gracias a su carácter público y estatal. Además, acusó al gobierno de querer vender una entidad financieramente saludable, favoreciendo intereses privados con fines especulativos.
El sindicato también recordó el escándalo de la criptomoneda $Libra, promovida por Javier Milei, que terminó en fraude, como un ejemplo de los riesgos de permitir la privatización de entidades clave del Estado.