MAR DEL PLATA - Un impactante hallazgo sacudió a Mar del Plata en las últimas horas. Un cuadro del siglo XVIII, robado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, apareció en una casa de la zona norte de la ciudad, desatando una investigación de la Justicia federal. La pieza, valuada en una fortuna y buscada por décadas, estaba colgada como si nada en la pared de la casa de una empresaria textil, descendiente de un alto jerarca de las SS.
El “Retrato de una dama”, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi, formaba parte de la invaluable colección de Jacques Goudstikker, un comerciante de arte judío de Ámsterdam. Cuando los nazis invadieron Países Bajos en 1940, Goudstikker huyó con su familia, pero falleció en el intento. Su acervo de más de 1.100 obras fue saqueado y rematado a precios irrisorios entre los más altos mandos del Tercer Reich.
Una de esas piezas terminó en manos de Friedrich Kadgien, un oficial de las SS y financista personal de Hermann Göring, conocido como el “Mago de las finanzas nazis”. Después de la guerra, Kadgien escapó de Europa y se refugió en Argentina, donde falleció en 1978.
La revelación surgió de la investigación de un diario neerlandés, el Algemeen Dagblad (AD). Periodistas del medio, en colaboración con un investigador, se toparon con la pintura por puro azar: estaba colgada en el living de una casa de Mar del Plata, en las fotos de un anuncio de una inmobiliaria local.
La propiedad, ubicada en la zona de Parque Luro, era de Patricia Kadgien, una empresaria textil de 59 años, hija o nieta del jerarca nazi. La alerta llegó a la Aduana e Interpol, que de inmediato le comunicaron el caso al fiscal federal Carlos Martínez.
La Justicia actuó rápido y ordenó un allanamiento. La Policía Federal de la DUOF Mar del Plata irrumpió en la casa de Kadgien en busca del cuadro. Sin embargo, para sorpresa de todos, la obra no estaba. Los investigadores, que llegaron con una orden de allanamiento, solo encontraron y secuestraron láminas, grabados, celulares y varias armas. Patricia Kadgien, que estaba en el domicilio, se negó a dar explicaciones y aseguró que hablaría a través de su abogado.
La aparición del cuadro reaviva la lucha por la recuperación de obras de arte saqueadas durante la guerra. La nuera de Jacques Goudstikker, Marei von Saher, lleva más de 25 años buscando las piezas de la colección de su familia. En 2006, logró recuperar 202 obras que estaban en poder del Estado holandés, pero todavía quedan cientos de piezas desaparecidas. Ahora, los herederos de Goudstikker anunciaron que iniciarán acciones legales para reclamar el cuadro de Ghislandi.