MONTEVIDEO - Este domingo la comunidad italiana de Montevideo se reunió en el tradicional “La festa che ci unisce” (El festival que nos une) de la Asociación calabresa, que ya va por su cuarta edición.
Una vez más la calle sobre la que se encuentra la histórica sede de la asociación, en el corazón de la ciudad, se transformó en un rincón de Italia, con música, comidas y bebidas tradicionales que siguen manteniendo vivo el vínculo de la comunidad italo-uruguaya con el Bel Paese.
Como cada año desde 2021, numerosos stands de las distintas asociaciones reunidas y de productores locales recibieron a lo largo del día a miles de personas, cada año más numerosas, atraídas por la conexión o la fascinación por Italia, por los productos típicos que se ofrecen (como cannoli, arancini, helado y risotto), o quizás de los coches y motos italianos de colección expuestos, mientras en el escenario se alternaban música y bailes tradicionales de las diferentes regiones de la península a lo largo de la jornada.
Además, este año también hubo un grupo de música uruguaya para entretener al público, porque "ahora es un evento cultural no sólo italiano, que reúne a muchas personas que también solo quieren aprender o conocer la cultura italiana incluso sin ser parte de ella”, explica Fabrizio D'Alessandro, secretario general de la comisión directiva de la Asociación Calabresa, que también se encuentra entre los creadores de la iniciativa junto con Ignacio Palermo y Nicola Nocito.
“La festa che ci unisce nació como una idea de los jóvenes de la asociación, también a raíz del trabajo de la comunidad calabresa argentina, que desde hace tiempo organiza 'Calabria celebra Italia', un evento similar de gran éxito en Buenos Aires, pero buscando involucrar a toda la comunidad”, dice D'Alessandro.
“El objetivo del festival, como su nombre indica, es unir a toda la comunidad italiana de Montevideo y Uruguay, no sólo a la de Calabria”, explica el presidente de la asociación, Renato Palermo.
“Las asociaciones y grupos que participan son casi todos los que actúan en Montevideo, pero para la próxima edición queremos poder involucrar también a las comunidades del interior del país, que son muy importantes aunque estén lejos de la capital —continúa Palermo—. Necesitaremos más espacio porque ahora la afluencia de público es tal que estamos apretados, este recorrido por sí solo ya no es suficiente".
Además, este año fue la primera edición en presencia del embajador italiano, Fabrizio Petri, recién llegado al país.
“Tuvimos una excelente impresión del nuevo embajador, quien además de venir para el acto protocolar, también se tomó el tiempo de recorrer con tranquilidad todos los stands, conversar con todas las asociaciones y estar entre la comunidad. Es una actitud muy positiva y significativa para la comunidad”, concluye Palermo.