Con motivo del centenario del Palacio Barolo, se puso en marcha una gran exposición en las salas del subsuelo del edificio que se podrá visitar hasta el 19 de julio.  La muestra está a cargo de la asociación MODO ARTE, que se dedica a crear eventos culturales donde artistas plásticos pueden dar a conocer su trabajo. 

“Los Bajos del Barolo” es un proyecto de recuperación arquitectónica en el que estos espacios en desuso se han adaptado para su uso en eventos.Las cinco grandes salas interconectadas del subsuelo crean un circuito en el que las obras de arte de las paredes dialogan entre sí.  

Muchas de las pinturas y esculturas hacen referencia a la Divina Comedia, debido a las leyendas que vinculan la obra de Dante con este edificio. En el centro de las salas, un abundante público (probablemente más de doscientas personas) aprovechó para interactuar con los artistas. Al acercar nuevas audiencias al arte contemporáneo local, este tipo de iniciativas logran ampliar la clientela de artistas que están en actividad.  

También se exhiben los trabajos de algunos diseñadores, como Maria Smith, una sombrerera “milliner” -término inglés que deriva de “Milanese”, palabra originada en los años dorados de la artesanía milanesa-, que indica que vende y fabrica finos sombreros.  

Para la ocasión, la diseñadora eligió presentar algunos modelos inspirados en la arquitectura y elementos decorativos de Barolo, como el rosetón de los lucernarios de la planta baja o la “Esmeralda del infierno”, el centro de informes de vitral verde intenso.  

Cuatro modelos desfilan por la exposición con sombreros inspirados en la divina comedia. Una lleva puesto un traje del siglo XVIII y lucía un elaborado peinado con una reproducción en miniatura del Palacio Barolo. 

La diseñadora e ilustradora Flor Labanca presentó su proyecto editorial Misterios del Palacio Barolo-Salvo, donde a través de hermosas ilustraciones cuenta el mito que se esconde en la arquitectura de estos emblemáticos palacios.   

En el salón central, la escritora Laura Castellano presentó su última novela, “Encruzijada”, ambientada en las oficinas del edificio.