BUENOS AIRES – Eugenio Goria, investigador de la Universidad de Turín, viajó por Argentina durante dos semanas para presentar el resultado de su investigación sobre la lengua hablada en la comunidad piamontesa local. Visitóla Universidad de Villa María (Córdoba), las localidades de Raffaela (Santa Fe) y San Francisco (Córdoba) y la Universidad de Cuyo (Mendoza).
El interés de Goria por las comunidades piamontesas nació en 2018. Después de completar su doctorado sobre los contactos lingüísticos vinculados a la inmigración (en el caso de Argentina, el español, el italiano y, sobre todo, los dialectos), encontró un videocasete en la casa de su padre, que en el pasado había estado muy cerca de las asociaciones regionales.
En el vídeo, un hombre de la lejana Argentina hablaba una extraña versión del piamontés. Este fue el catalizador de su curiosidad hacia los piamonteses que mantienen vivo aquí este dialecto, aunque contaminado por el contacto con otras variedades lingüísticas.
Había poco material sobre el tema, por lo que el proyecto nació inicialmente para documentar el piamontés-argentino, y establecer sus características.
A medida que fue avanzando en el trabajo lingüístico, que se basa en el estudio de datos bien definidos, Goria decidió construir un registro y organizar el material recopilado en un archivo abierto a todos.
“Es un fenómeno reciente, que involucra a los descendientes de los piamonteses que llegaron al campo argentino a finales del siglo XIX –explica el investigador–. Hubo un tiempo en que los inmigrantes abandonaron su lengua y muchas tradiciones porque sentían que tenían que convertirse en argentinos. Los consideraban gringos ignorantes del campo porque no hablaban bien el español, los marginaban".
Según los estudios realizados por Goria, en las décadas de los sesenta y los setenta se produjo un nuevo interés por el Piamonte entre los descendientes de tercera y cuarta generación, entre otras cosas porque las instituciones italianas comenzaron a comprender el valor de las comunidades en el extranjero.
En esta nueva identidad piamontesa también jugó un papel importante el nacimiento de la institución de la región Piamontesa (las regiones estaban previstas por la Constitución, pero no fueron creadas hasta 1972), cuyos símbolos adoptan las asociaciones, formalizando el uso de la lengua piamontesa, no sólo oral sino también escrita, algo que nunca se había hecho con el dialecto.
En las décadas de los ochenta y de los noventa nació el fenómeno del hermanamiento entre localidades italianas y argentinas, impulsado también por la asociación Piamonteses en el Mundo, que encontró en las comunidades del exterior un terreno fértil para la revalorización de la identidad regional.
Las asociaciones piamontesas de Argentina mantienen todavía estrechos contactos con las italianas, en particular con el Centro de Estudios Piamontés. Además, según Goria, una de las fortalezas de las comunidades italianas es poder tener continuidad con el relevo generacional.
En las entrevistas grabadas para el proyecto PILAR, muchas personas expresaron que una de las principales razones que las empuja a recuperar las tradiciones piamontesas es la nostalgia de sus abuelos, y que encuentran en este acercamiento una forma de recuperar el contacto con el pasado.
Las infinitas horas de material recopilado fueron condensadas en 25 minutos de un documental que permite apreciar el contexto en el que se habla este particular piamontés-argentino, vinculado a prácticas y expresiones culturales locales como la cocina, la música y el teatro popular.
“PILAR es un conjunto de videos de personas que hablan piamontés, en el contexto en el que esto sucede, en momentos de la vida social donde el vínculo de los individuos con su pequeña comunidad está vinculado a un pasado común”, afirma Goria.
“Por un lado están todos los trabajos de investigación que estarán disponibles online, accesibles para todos. Por el otro, queríamos preparar un documental a modo de resumen para difundir este trabajo de manera más eficaz –aclara–. Hablamos mucho de la búsqueda del 'regreso a la comunidad'... Contar la historia de los piamonteses-argentinos es una manera concreta de agradecerles el apoyo que nos han brindado".
No faltan palabras de agradecimiento para el mundo asociativo. “Realmente quiero agradecer a la FAPA, a la federación de las distintas asociaciones y a toda la comunidad piamontesa en Argentina por la disponibilidad y el apoyo, incluso económico, indispensable para la realización del proyecto”, concluye Goria, con orgullo, esperando poder regresar pronto a estas tierras, que ahora las siente mucho más cercanas.