BAHÍA BLANCA – Los italianos residentes en el exterior que debieron renunciar a la ciudadanía para adquirir la del país en el que viven, ahora pueden recuperarla.
Es una situación que involucra a muchos inmigrantes en Argentina que tuvieron que naturalizarse (por ejemplo, para determinados trabajos en el Estado) y que, hasta 1974, perdían la ciudadanía italiana de manera automática.
En 1974, Italia y Argentina firmaron un acuerdo que establecía que la naturalización no implicaba la pérdida automática de la ciudadanía italiana. Esta quedaba “latente” o suspendida, hasta que el titular no volviera a trasladar su residencia a Italia o no hiciera una declaración específica. Una situación ambigua que la ley 91/1992 resolvió, estableciendo que la adquisición de una segunda ciudadanía ya no implicaba la pérdida automática de la italiana.
Ahora el Estado abrió una “ventana” que permite recuperar la ciudadanía a todos aquellos que, antes de 1974, tuvieron que renunciar a ella.
La ley 74 del 23 de mayo de 2025 reabrió los plazos para el recupero de la ciudadanía a favor de ex ciudadanos nacidos en Italia o que hayan residido allí por al menos dos años consecutivos.
La ventana temporal durante la cual se puede aprovechar esta posibilidad va del 1° de julio de 2025 al 31 de diciembre de 2027.
Los documentos a presentar son:
- Documento de identidad válido emitido por la autoridad del país de ciudadanía actual
- Partida de nacimiento: para quienes nacieron en el extranjero, deberá presentarse en las formas previstas para la transcripción en Italia, legalizada y traducida
- Para los nacidos en el extranjero, certificado histórico de residencia emitido por el municipio italiano competente
- Certificado histórico de ciudadanía
- Documentación que demuestre la causa y la fecha de la pérdida de la ciudadanía (se deberá demostrar la adquisición de la ciudadanía extranjera y, en los casos previstos, la renuncia a la italiana: certificado de naturalización o, si así lo establece la práctica local, partida de nacimiento acompañada de la certificación de ciudadanía y del documento que acredita el modo en que fue adquirida; la documentación emitida por autoridades extranjeras deberá estar debidamente legalizada y traducida).
La posibilidad no se aplica a quienes hayan renunciado a la ciudadanía italiana (o la hayan perdido por otro motivo) a partir del 16 de agosto de 1992.
Una vez reunidos estos documentos, hay que solicitar turno en el consulado correspondiente para una “declaración de recupero” (que debe hacerse de manera presencial).
Para el trámite se exige un aporte de 250 €.
“Hace dos semanas que abrimos las reservas –dice Nicola Bazzani, cónsul en Bahía Blanca, de quien depende todo el sur de Argentina–. Los primeros turnos ya fueron asignados a partir del 11 de julio, para darnos tiempo de revisar la documentación enviada”.
A dos semanas de la apertura de los turnos, ¿qué problemas se detectaron? “Más que verdaderos problemas –continúa el cónsul– tuvimos que rechazar algunas solicitudes de personas que no reunían los requisitos. Otras se dieron cuenta por su cuenta y cancelaron espontáneamente la reserva”.
Según Bazzani, la confusión surge del hecho de que no se trata de una reconstrucción iure sanguinis, sino –dice– de una recuperación. “De hecho, se vuelve a ser ciudadano desde el día siguiente a la declaración, no desde el nacimiento”, explica.
De acuerdo a los recursos disponibles, el Consulado destinará cinco turnos cada viernes para este trámite. “Desde ahora hasta diciembre de 2027, garantizaremos que todas las personas que estén en condiciones de acceder a la recuperación de la ciudadanía puedan ejercer ese derecho”, dice Bazzani.
El trabajo del Consulado se desarrolla en una ciudad aún afectada por las inundaciones de marzo pasado. Un tercio del edificio todavía no está en condiciones de ser utilizado, pero ya comenzaron los trabajos de recuperación y digitalización de los archivos en papel dañados, adjudicados a una empresa especializada mediante licitación pública.
“La ciudad funciona con una aparente normalidad –explica el cónsul– pero persisten dificultades en los servicios y problemas económicos. Basta pensar que dos edificios emblemáticos de Bahía Blanca, el Teatro Municipal y el Conservatorio, siguen cerrados”.