BUENOS AIRES - Las tarifas consulares para el reconocimiento de la ciudadanía y para la emisión del pasaporte aumentaron y, probablemente, volverán a aumentar en abril.

Hoy el tratamiento del pedido de reconocimiento de la ciudadanía cuesta 201.020 pesos argentinos (cerca de 300 euros), el pasaporte (con la libreta) 77.730 pesos. Será así al menos hasta el 31 de marzo. 

Si bien era algo esperado, la noticia generó revuelo. No tanto entre los miembros de asociaciones históricas, que transmiten la nacionalidad de padres a hijos, sin recurrir a reconstrucciones genealógicas. Pero sí para aquellos que están por iniciar todo el proceso. Los aumentos pesarán especialmente sobre ellos.

Carmelo Barbera, cónsul general de Buenos Aires, subraya sin embargo que “no hubo aumentos de las tarifas consulares. Lo que se modificó es el tipo de cambio oficial, y sobre eso el Consulado General no tiene ninguna posibilidad de incidir, pero se ve obligado a readecuar los costos”.

La legislación italiana prevé el ajuste de las tarifas consulares sobre la base del cálculo de un tipo de cambio promedio entre el euro y el peso trimestre a trimestre, a menos que, como ocurrió durante los últimos meses, se produzcan cambios significativos en el tipo de cambio que generen revisiones en un mismo trimestre.

El resultado –continúa Barbera– genera que la tasa de cambio utilizado para las tarifas consulares está sistemáticamente por debajo del establecido por las autoridades argentinas competentes, con un claro beneficio para los usuarios de los servicios consulares”.

Ahora, por ejemplo, el consulado utiliza una tasa de cambio equivalente a 670 pesos, cuando en la actualidad el valor de un euro es de alrededor de 891 pesos.

El incremento de las tarifas de los servicios consulares es una consecuencia de las medidas económicas de Argentina –explica Franco Tirelli, diputado del Maie (Movimiento asociativo de italianos en el exterior)–. Lamentablemente, este aumento va en detrimento de nuestra comunidad”.

Según Francesco Mattina, presidente de la Federación de Asociaciones Italianas de Argentina (Faia) y de la Sociedad italiana de Morón, el verdadero problema no son las tarifas consulares sino los gestores que se aprovechan de la escasez de los turnos disponibles. “Llegan a cobrar cuatro mil euros por un turno”.

Para dar respuesta a este fenómeno, hace algunas semanas se introdujeron nuevas reglas en el sistema de turnos electrónicos.

El riesgo es que, a causa de la difícil situación económica argentina, la realización del tramiente del derecho al reconocimiento de la ciudadanía se vea afectado por los ingresos de la familia.

“No es lo mismo pagar 300 euros acá, en la situación actual, que en los Estados Unidos”, dice Liliana Brusca, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones Calabresas en Argentina (Faca) y hasta el año pasado presidente de la Asociación Cetrarese San Benedetto Abate en Ramos Mejía (Buenos Aires), del que aún es miembro de la comisión directiva.

Y la “carrera por la ciudadanía” se convierte en una paradoja.

Como bien observa Brusca, "cuanto más difícil sea la situación en Argentina, más aumentará el deseo -y más aún en las familias con dificultades económicas- de un pasaporte italiano, para poder emigrar e instalarse en Europa, a menudo en España, sin problemas con los documentos".

No es casualidad que el pasaporte italiano sea especialmente codiciado, ya que es uno de los más fuertes del mundo porque permite el acceso sin visa a 197 de los 227 países del mundo.

(Con colaboración de Larisa Ronzoni. Traducción al español de Paula Llana)