BUENOS AIRES - Este domingo 11 de mayo, cuatro provincias argentinas —Salta, Chaco, Jujuy y San Luis— celebraron elecciones legislativas para renovar parcialmente sus cámaras provinciales. Los resultados confirmaron el predominio de los oficialismos locales, aunque con un notable avance de La Libertad Avanza (LLA) en algunas regiones.

En Salta el oficialismo de Gustavo Sáenz -bajo la “Alianza por la Unidad de los Salteños”, que está integrada por los frentes “Unidos por Salta” y “Si Salta Unida”, más el espacio peronista “Vamos Salta”, que cuenta con el respaldo de las autoridades del PJ- obtuvo 11 de 12 bancas en el Senado y 20 de 30 en Diputados, consolidando su mayoría legislativa. Generó sorpresa el triunfo de La Libertad Avanza en Salta capital, donde su candidato Roque Cornejo obtuvo una banca senatorial y la agrupación logró seis diputados. En aquel distrito Sáenz había acordado con el intendente, Emiliano Durand.

La coalición entre el gobernador radical Leandro Zdero y LLA, denominada “Chaco Puede + LLA”, obtuvo el 45,2% de los votos, superando al Frente Chaco Merece Más, liderado por el exgobernador Jorge Capitanich, que alcanzó el 33,6%. Esta alianza permitió al oficialismo provincial asegurar ocho de las dieciséis bancas en juego, acercándose al quórum propio en la Legislatura. El peronismo obtuvo seis bancas.

Se trata de la primera victoria de LLA en alianza con un radicalismo no libertario.

En Jujuy el oficialismo radical (Jujuy Crece), encabezado por el gobernador Carlos Sadir, obtuvo el 39% de los votos, casi el doble que LLA (19%), que quedó segundo. Aunque este último no amenazó a la mayoría radical, logró sus primeros escaños en la legislatura provincial. Hasta el cierre de la edición con los resultados obtenidos, el justicialismo (Frente Justicialista) logró el ingreso de tres diputados provinciales, con el 11% de los votos, aunque no consiguió alcanzar el mínimo necesario para entrar en el Concejo Deliberante de la capital jujeña.

Otras fuerzas también tuvieron su lugar. El Frente de Izquierda mantuvo sus dos bancas con el 8% de los votos, mientras que el Partido Fe, una nueva fuerza local, sorprendió con el 6% y consiguió un diputado. En cuanto a las consecuencias políticas inmediatas, el triunfo fortalece la figura de Sadir de cara a una eventual reelección. La Libertad Avanza se consolida como principal fuerza opositora

En San Luis la lista del gobernador Claudio Poggi (Ahora San Luis) arrasó con 46% de los votos, superando por 20 puntos al Frente Justicialista de Alberto Rodríguez Saá -su antecesor, del bloque Unión por San Luis, que sacó un 26%-.

Un elemento destacado de estos comicios fue la ausencia de una lista oficial del oficialismo nacional.

La elección se desarrolló en un contexto de polarización entre Poggi y Rodríguez Saá, quienes han alternado el poder en la provincia en los últimos años. La campaña estuvo marcada por fuertes críticas del exgobernador hacia la administración actual, acusándola de duplicar la pobreza y paralizar la obra pública.

A pesar de esta victoria, el gobernador Poggi enfrenta el desafío de gobernar sin mayoría en las cámaras legislativas provinciales. En la Cámara de Diputados, su frente cuenta con 18 representantes frente a los 25 de Unión por San Luis, mientras que en el Senado, de nueve bancas, seis serán ocupadas por la oposición.

Baja participación ciudadana

La participación ciudadana volvió a mostrar signos de apatía electoral, con una tasa promedio que apenas superó el 60%, en línea con la tendencia descendente iniciada en 2023. Jujuy registró la participación más alta con un 65%, mientras que en Salta y Chaco rondó el 60%, al igual que en San Luis, aunque en esta última no se difundieron cifras oficiales precisas. El desinterés generalizado se atribuye al desencanto con la política tradicional y a la percepción de una escasa competitividad entre las fuerzas en pugna.

En cuanto a los sistemas de votación, las elecciones provinciales exhibieron una combinación de métodos tradicionales e innovadores. Salta utilizó la Boleta Única Electrónica (BUE), lo que permitió un escrutinio más ágil, aunque generó denuncias por supuestas fallas técnicas por parte de La Libertad Avanza (LLA). San Luis, por su parte, implementó por primera vez la Boleta Única Papel (BUP) para cargos locales, en línea con la reforma electoral nacional. En cambio, Chaco y Jujuy mantuvieron el esquema tradicional de boletas partidarias.

Los resultados pueden leerse como un posible anticipo del clima electoral nacional. El vocero presidencial Manuel Adorni celebró el desempeño de LLA, interpretándolo como una consolidación del “modelo Milei”, sobre todo por los avances libertarios en Salta y Chaco. La UCR, en tanto, destacó sus victorias en Jujuy y Chaco, aunque evitó subrayar su alianza con LLA en esta última.

El peronismo, en cambio, sufrió derrotas en las cuatro provincias, lo que expuso sus divisiones internas y la falta de una estrategia unificada.

Así, el mapa electoral quedó fragmentado. Si bien los oficialismos provinciales conservaron su peso, deberán adaptarse al crecimiento de LLA, que empieza a instalarse en distritos clave, con triunfos como el de Salta capital y una alianza eficaz en Chaco. La baja participación, por su parte, confirma un electorado desencantado que podría inclinar la balanza en contiendas más ajustadas en octubre.

El próximo gran test será el 26 de octubre, cuando las elecciones nacionales pondrán a prueba el verdadero alcance de LLA más allá de sus bastiones tradicionales.