BUENOS AIRES - Para el ministro del exterior de Italia, Antonio Tajani, “la libertad de prensa debe ser defendida en todo el mundo”. Lo dijo desde Buenos Aires, durante su visita a la escuela italiana Cristoforo Colombo esta mañana, en relación a los hechos que involucran a equipos de prensa del noticiero Rai TG3 -donde murió el conductor del auto que los transportaba- y de TG1 en el Líbano y Rusia, respectivamente.
“Expreso mi cercanía y solidaridad a los trabajadores de Tg3 que fueron víctimas de un ataque por parte de extraños mientras cumplían con su deber en el Líbano -dijo ante periodistas, entre los que se encontraban parte del equipo de Il Globo- Expreso mi más sentido pésame a la familia del conductor que falleció a consecuencia de este ataque”.
El ministro, que momentos antes había contado a los alumnos de “La Colombo” que ejerció el periodismo durante veinte años, sostuvo que “informar a la gente de lo que sucede es el derecho de quien necesita saber, pero también de quien necesita informar”.
Tajani también expresó su “solidaridad” con los periodistas de Tg1 “que Rusia quiere arrestar sólo por cumplir con su deber”. Y afirmó: “La libertad de prensa es una prioridad porque saber siempre sirve para decidir y en democracia se decide sabiendo lo que pasa”.
Un equipo de TG3 en el Líbano fue amenazado esta mañana, a pocos kilómetros de Sidón, mientras documentaba la situación en el territorio. Un grupo de personas se acercó al transporte donde se encontraban y amenazó a la corresponsal Lucia Goracci y al camarógrafo Marco Nicois. El conductor e intérprete local Ahmad, que ya padecía una enfermedad cardíaca, sufrió un infarto en medio del ataque y murió tras ser trasladado al hospital. Goracci explicó que Hezbollah había sido avisado de su presencia para que pudieran trabajar.
Mientras tanto, en Rusia, una orden de arresto fue emitida por un tribunal de Kursk contra las periodistas de TG1 Simone Traini y Stefania Battistini. Ambos están acusados de haber entrado ilegalmente a Rusia desde Ucrania para realizar un reportaje en la región de Kursk. La orden de detención exige que los periodistas sean arrestados tan pronto como entren en territorio ruso o en caso de extradición.