BUENOS AIRES – El proyecto Basilicatë hizo una parada en Buenos Aires. Y reunió a las comunidades lucana e ítalo-argentina en un encuentro sonaba casi a una celebración familiar.

El lugar elegido, la Universidad Tres de Febrero, no es casual. La universidad pública forma parte de la red internacional Diaspore Italiane, dedicada al estudio de las migraciones italianas en el mundo, y gestiona el Museo de la Inmigración de Buenos Aires, que acogerá en agosto la muestra vinculada al proyecto.

"El museo trabaja para recuperar la memoria de la inmigración pasada y presente a la Argentina –dice Marcelo Huernos, investigador de la universidad y curador del museo, cuyos bisabuelos llegaron al país desde la provincia de Potenza, en 1882–. Por primera vez acogeremos una exposición específica sobre Italia. Y nos complace hacerlo con la inmigración lucana, que fue una de las primeras en llegar a la Argentina".

No será una simple y nostálgica elegía de las raíces, sino un intento de contar las diferentes identidades lucanas presentes en las comunidades involucradas en el proyecto (Argentina, Uruguay y Estados Unidos). El título alude a ellos, deliberadamente en plural y con la diéresis en la e, para imitar un sonido dialectal.

"Los migrantes lucanos germinaron en todos los lugares en los que se establecieron", afirma Cristina Amenta, arquitecta y coordinadora del proyecto, que llegó a la Argentina desde Italia luego de realizar una primera escala en Estados Unidos.

La iniciativa fue promovida por el Centro de Investigación Lucani nel Mondo "Nino Calice" de la región Basilicata, con sede en Lagopesole (Potenza), en una fortaleza suaba de la época de Federico II.

La exposición se basa en cuatro ejes, correspondientes a otros tantos temas a investigar, para comprender de qué (distintas) maneras evolucionaron las tradiciones en los tres países involucrados y también dentro de las diferentes familias que componen la comunidad.

El primer eje es el lenguaje, que a menudo se pierde en una generación, incluso como resultado de las políticas de asimilación en el país enel que las personas migrantes se establecen.

Luego están los ritos religiosos. "Expresión de un sentimiento íntimo que se vuelve colectivo", dice Amenta, que recuerda cómo en los pequeños pueblos y aldeas la fiesta del santo era una oportunidad para encontrar esposa o marido.

"Hoy en día los jóvenes ya no participan en las fiestas del santo patrón" –continúa Amenta–. Y ahí debemos preguntarnos qué hacer. ¿Revitalizar el ritual religioso o reemplazarlo por otra cosa? Porque no podemos prescindir de los rituales sociales".

El tercer eje, inevitable, es la cocina. No solo los sabores, sino también los gestos relacionados con la comida y la cocina, que evidencia cuando alguien tiene ascendencia italiana. "Incluso yo aprendí a cocinar observando a mi madre", dice Amenta.

Para la ocasión, se puso en marcha un pequeño concurso de recetas tradicionales familiares, para estudiar su adaptación a los ingredientes disponibles localmente.

Roverto Papaleo es uno de los ganadores. Originario de Latronico (Potenza), es presidente del Centro Lucano de Bolívar (provincia de Buenos Aires). Explica que para preparar sus ferreti con peperone crusco, una pasta, hizo muchos intentos “a prueba y error” debido a la calidad de la harina que se encuentra en Argentina, que diferente a la que lleva la receta original.

Ferreti con peperoni crusco de Roverto Papaleo.

Las otras dos recetas ganadoras fueron las casatelle de Carmela Dabraio, de Tricarico (Matera), y los struffoli de Filomena Di Gironimo, de Pescopagano (Potenza).

La casatelle de Filomena Dabraio.

Los struffoli fueron también el tema de un taller de cocina, en la escuela de la pizzería Nuvola, donde Filomena mostrará cómo preparar este plato.

En cuarto lugar, el hogar. "Estamos convencidos de que la tradición italiana se refleja en los muebles, en la forma de sentarse en la mesa, en la posición del sofá, en la forma en que se hace la cama", dice Amenta.

El diseño de la exposición se basará en un módulo de cartón hecho a partir de cajas de embalaje, símbolo de salidas y mudanzas. "Pero queremos darle vida a otras cosas, un dispositivo para seguir recogiendo contribuciones y experiencias", concluye Cristina Amenta.

Alejandro Tosi y María Eugenia Serrano, de la Federación de Asociaciones de Basilicata de Argentina (FABA), se mostraron entusiasmados.

"Esta iniciativa trasciende fronteras –dice Serrano–. Saca a relucir lo que el pueblo lucano es en el mundo".

Alejandro Tosi, presidente de FABA, se hace eco de ella: "En todos los lugares del mundo somos lucanos, italianos, argentinos. Eso somos nosotros".

Para esta ocasión, Il Globo (media partner del proyecto) ofrece una suscripción a Il Globo TV con un código de descuento del 30 por ciento. Solo hay que acceder a tv.ilglobo.com y escribir, en el momento de la suscripción, el código arbasilicate.