BUENOS AIRES – Un ciclo de conciertos y conferencias dedicado a Giacomo Puccini en el centenario de su muerte. Está organizado por el Dante Alighieri de Buenos Aires, encomendando su curaduría a Nora Sforza, investigadora y docente de literatura italiana en diversas instituciones, como la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad del Salvador.
Desde el martes 13 de agosto hasta el 24 de septiembre, a las 18, en la Dante de Buenos Aires (Tucumán 1646, CABA), Nora Sforza presentará una pieza diferente del mundo de Puccini. Apasionada por el compositor toscano, no necesita la excusa de un aniversario para tener ganas de hablar de él.
“Puccini crea una nueva escuela desde el punto de vista musical, pero sobre todo una nueva sensibilidad hacia las cuestiones sociales”, afirma Nora Sforza. Supera la temporada de la Unificación, que finalizó con las Vísperas sicilianas de Verdi de 1855 (la Unificación de Italia llegó en 1861), y fue una figura innovadora en un panorama musical italiano todavía influido por el modelo sinfónico-wagneriano.
“Sin embargo, lo que más me interesa es su forma de percibir a las mujeres, que comparo con lo que hacía Federico García Lorca –dice Nora–. Ambos crean una serie de tipologías femeninas. Verdi también dejó personajes femeninos inolvidables, como Violetta de La Traviata. Pero Puccini siempre pone a la mujer en el centro”.
De este modo, encontramos la delicadeza absoluta de Mimì de Bohème, un amor destruido por el deseo de riqueza en Manon, el tema nada indiferente de la entrada de la mujer en el mundo del trabajo con Minnie de La fanciulla del West.
Tosca es la única obra donde el tema político aparece explícitamente, pero en toda la producción de Puccini hay una atención a lo social que es típicamente contemporánea.

El programa de la conferencia.
Y luego está la cuestión colonial, con Turandot (escrita el año de su muerte, 1924, y terminada póstumamente) y Madama Butterfly (1904). “Aquí es evidente el control de Occidente sobre el mundo oriental –continúa Nora–. Cio-cio San se entrega directamente a la conquista occidental y rechaza su propia religión y tradiciones”. Culmina con el acto de dejar el niño a Pinkerton y Kate para luego suicidarse, volviendo con este gesto a la tradición oriental.
“En Turandot triunfa el amor –observa Sforza–. Pero la reina china fue conquistada por un príncipe extranjero, hasta el punto de que durante años la representación estuvo prohibida en China por considerarse ignominiosa.
Todos sabemos que, además, Puccini tenía una fuerte conexión con Argentina. En 1905 realizó un viaje a Buenos Aires. Y tenía un hermano. Michele, vivió muchos años en Jujuy, en el Noroeste. Se mantenía siendo profesor de piano y profesor de italiano.