LIMA - Un grave accidente de tránsito en el sur de Perú dejó al menos 37 muertos y más de 20 heridos. Ocurrió en la madrugada del miércoles, en el kilómetro 780 de la carretera Panamericana Sur, a la altura de la provincia de Camaná.
El colectivo, perteneciente a la empresa Llamosas, cubría la ruta entre Chala y la ciudad de Arequipa cuando chocó con una camioneta Toyota Hilux y cayó a un abismo de unos 200 metros.
Según confirmó el gerente regional de Salud de Arequipa, Walter Oporto, 36 personas murieron en el lugar y otra falleció en el hospital de Ocoña. Entre los heridos hay niños y adultos, varios en estado grave. Los pacientes fueron trasladados a centros de salud en Ocoña, Camaná y Arequipa.
Bomberos, policías y rescatistas trabajaron durante horas para recuperar los cuerpos y asistir a los sobrevivientes. La zona donde ocurrió el siniestro es conocida por sus curvas cerradas y su geografía peligrosa, lo que dificulta el tránsito y las tareas de rescate.
Testigos señalaron que el ómnibus, de dos pisos, perdió el control tras el impacto con la camioneta y terminó cayendo al vacío. La escasa visibilidad nocturna habría sido un factor clave en la tragedia.
El accidente generó conmoción en Perú y reavivó el debate sobre la seguridad vial en el país andino. En ese mismo tramo de la Panamericana Sur ya se habían registrado siniestros fatales: en 2018, un hecho similar dejó 40 víctimas.
La empresa Llamosas no emitió hasta el momento un comunicado oficial ni difundió la lista de pasajeros. En tanto, la Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran) lamentó lo ocurrido y envió personal a la zona para colaborar con la investigación.
La fiscalía provincial Penal Corporativa de Camaná inició diligencias y ordenó la detención del conductor de la camioneta involucrada. Las imágenes difundidas por medios locales muestran el colectivo destrozado al fondo del barranco, rodeado de pertenencias y restos esparcidos.
En Perú, los accidentes en rutas de montaña son frecuentes por el mal estado de las vías, la antigüedad de los vehículos y la falta de controles. La tragedia de Arequipa vuelve a poner en evidencia la urgencia de mejorar la infraestructura y reforzar la seguridad del transporte interprovincial.