BUENOS AIRES - Taste Atlas, la guía online dedicada a la gastronomía mundial que produce de manera periódica clasificaciones basadas en opiniones de expertos (actualmente ya son 50.371 ya dieron su opinión), publicó una reseña sobre los cien helados más “icónicos”.

¿Qué se entiende por este término? Por la categoría Los más icónicos, el sitio considera los productos que se distinguen por su longevidad, confiabilidad y estatus, que no son simplemente productos alimenticios sino verdaderas instituciones culturales para sus ciudades.

Los primeros 28 puestos (y hasta aquí ninguna sorpresa) fueron asignados a helados italianos. Sabores que distinguen las heladerías de diferentes ciudades, entre ellas Roma, Bolonia y Florencia.

Sin embargo, hay dos elementos que sorprenden en la clasificación: uno es el monopolio del pistacho, tal como señalan los comentarios de los usuarios. El otro es el país que obtuvo el primer puesto inmediatamente después del podio de Italia: Argentina.

El país sudamericano da una buena impresión al ocupar las tres posiciones siguientes. No es de extrañar que la tradición traída por los inmigrantes italianos del siglo XX y la excelente calidad de la leche de las vacas que pastan en las vastas llanuras pampeanas hayan dado como resultado un cremoso y sabroso helado, que es reconocido también por extranjeros.

Un clásico local: el dulce de leche de la Heladería Cadore.

El restaurante toma su nombre de una región histórico-geográfica italiana, situada en la alta provincia de Belluno, en el Véneto. La heladería efectivamente fue fundada en 1957 por Silvestre Oliviotti, un inmigrante veneciano, en el local de Corrientes 1695 donde se encuentra en la actualidad.

Su sabor clásico es el dulce de leche granizado, con trozos de chocolate, que combina a la perfección la técnica italiana con un sabor típico argentino.

La heladería está ubicada en la zona de teatros de la Ciudad de Buenos Aires y es una institución de la cultura porteña. Después de un espectáculo es costumbre comer una pizza y, de postre, visitar Cadore

Tradición alpina: el chocolate de Rapanui.

Bariloche, cuna de la inmigración alpina a Argentina, es considerada la capital nacional del chocolate. Los Fenoglio se encuentran entre las familias que se han ganado esta reputación, creando una empresa líder en la producción de dulces.

Rapanui es la última creación del grupo fundado por el turinés Aldo Fenoglio en 1948. Una cadena de heladerías y chocolaterías que en pocos años se ha convertido en una de las más reconocidas de Buenos Aires, y -como era de esperar- se destaca por su chocolate.

Una pasión familiar: el dulce de leche de Scannapieco

En 1915 Andrea y Giuseppina Scannapieco, pasteleros de Salerno, abandonaron los paisajes de la costa amalfitana para probar suerte en Buenos Aires, convirtiéndose en reconocidos heladeros.

Su hijo Juan Josè consiguió hacer realidad el sueño de su padre de abrir su propio restaurante, que hoy está en manos de la tercera generación de Scannapieco, Emilio y Carlos.  

Juan Andrés, nieto del fundador y representante de la cuarta generación, vivió durante veinte años en Italia, donde se formó para tomar las riendas de la empresa.

A su helado de dulce de leche con granos de café cubiertos de chocolate lo bautizaron en honor un famoso ítalo-argentino: el músico Astor Piazzolla, quien era un habitué del lugar.