ROSARIO (SANTA FE) - Rosario Lidia Sartoris Angeli nació en Argentina, de padres piamonteses. “Llegamos aquí cuando el contacto con los familiares que permanecían en Italia consistía en el envío de una carta cada dos meses –recuerda–. Un sufrimiento enorme para todos”.
Sin embargo, eso no le impidió amar a ambos países de la misma manera. Era una lectora voraz de los libros italianos de su padre, hasta el punto de graduarse como profesora de italiano.
Con su marido, de origen abruzo, fundó el Grupo Transatlántica en Rosario. “La primera agencia de viajes –subraya– que se ocupó del turismo de retorno, para que los ítalo-argentinos puedan visitar el país de sus antepasados”. Un tipo de viaje que se está poniendo de moda hoy en día y que es muy apreciado por los descendientes de los primeros inmigrantes que de esta manera pueden conocer la ciudad de su familia, las tradiciones de la zona y quizás encontrar familiares con los que el contacto se había interrumpido durante décadas.
Fue presidenta de la Organización Argentina Mujeres Empresarias (OAME) durante 20 años, de la que ahora es responsable de relaciones internacionales.
“Con mi marido, que falleció hace dos años, creamos proyectos juntos durante 50 años. Y ahora, a pesar de mi edad, no puedo renunciar a nada”, afirma.
Siempre atenta al ámbito cultural, fundó en Rosario el colegio bilingüe Edmondo de Amicis.
“Empezamos con un jardín de infantes, luego una escuela primaria y finalmente la secundaria, a medida que los alumnos crecían”, explica.
No es casualidad que lleve el nombre del autor del libro Cuore. De Amicis tenía un vínculo especial con Argentina, y en particular con Rosario. En 1884 viajó al país, que consideraba una especie de "nueva Italia", para documentar -gracias a una formación política socialista- las condiciones en las que vivían nuestros inmigrantes, casi todos trabajadores de las colonias agrícolas.
“La escuela nació también del dolor por la muerte de uno de nuestros tres hijos –afirma Lidia–. Queríamos dar sentido a nuestro duelo, ser un ejemplo de renacimiento".
El colegio De Amicis se declara orgullosamente bilingüe.
“Mantener vivo el espíritu italiano no es sólo estudiar un libro de texto o cantar el himno –afirma –. Por este motivo intentamos favorecer todas las posibilidades de encuentro: invitados italianos de paso por la ciudad, intercambios escolares con Italia... Ya tuvimos experiencias con escuelas en el Piamonte, obviamente, en Liguria y en Cerdeña".