BUENOS AIRES - Un evento cultural de alto nivel que permitió a personas vulnerables no pasar el día de Navidad en soledad. Ese fue el objetivo de la iniciativa organizada el 19 de diciembre por el Círculo Italiano de Buenos Aires -un aperitivo con presentaciones musicales del maestro Hernán Fassa y el tenor Hernán Duek- destinado a recaudar fondos y permitir que otros, menos afortunados, pudieran festejar la Navidad.
La noche comenzó con una intervención de Marco Gallo, director de la Comunidad de Sant'Egidio en Argentina, beneficiaria del dinero recaudado con la venta de entradas. Gallo, que también es director de la Cátedra Pontificia en la Universidad Católica Argentina, destacó el valor humano y fraterno de estas festividades.
La Comunidad de Sant'Egidio es un movimiento cristiano de laicos fundado en 1968 en Roma, en el barrio de Trastevere, por Andrea Riccardi, impulsado por el espíritu renovador del Concilio Vaticano II. Hoy está presente en más de setenta países, donde lleva a cabo una labor de asistencia y acompañamiento para las familias y personas más necesitadas, siguiendo la tradición de acoger y amar a los más pobres y vulnerables como hermanos.
A la intervención de Gallo le siguió la de Juan Maveroff, que habló acerca de los orígenes de los relatos navideños, explorando las tradiciones que unen a las personas en estas festividades.
La iniciativa, organizada por las voluntarias de la Comunidad de Sant'Egidio junto a las autoridades del Circolo Italiano, destacó la importancia de fortalecer los lazos entre las diferentes realidades sociales de la ciudad, demostrando que del apoyo mutuo entre instituciones y personas pueden nacer grandes proyectos.
Un gesto de solidaridad, que contó con la participación de unas cincuenta personas, convirtió la Navidad en una ocasión de encuentro y apoyo concreto para quienes viven en situaciones de pobreza.
Gracias a los fondos recaudados, la Comunidad de Sant'Egidio de Buenos Aires pudo ofrecer, el 25 de diciembre, el almuerzo navideño a personas en dificultades económicas y familias vulnerables, que viven en barrios periféricos y villas, en seis parroquias y centros sociales de la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Este almuerzo de Navidad, que se lleva a cabo cada año en todo el mundo gracias al trabajo de las diferentes sedes de la Comunidad en los distintos países, es un momento de encuentro y compartimiento con las personas más frágiles, incluidas las familias monoparentales y los ancianos, que suelen ser olvidados.
El Círculo Italiano y la Comunidad de Sant'Egidio expresaron un fuerte agradecimiento a todos los que contribuyeron a la organización del evento. En particular, se reconoció el apoyo del grupo de socios que trabajó en la realización de la velada del 19 de diciembre y de las familias afiliadas que ofrecieron importantes donaciones, entre ellas dulces navideños, panetones y turrones, y aportes en dinero, que hicieron posibles los almuerzos solidarios de Navidad.
El Consejo del Círculo también agradeció al Consulado General de Italia, que desde hace tiempo está muy cercano a la Comunidad de Sant'Egidio, con la que colabora en numerosas actividades benéficas.