BUENOS AIRES – A la Cena de los Lunes del Circolo Italiano suelen ser invitadas personas del ámbito de la política, la cultura o los negocios para presentar sus ideas sobre el futuro de Argentina ante un grupo de colegas.

El orador de esta semana fue Teodoro (conocido como “Teddy”) Karagozian, un empresario textil con estudios en economía, hijo de Agop Karagozian, un inmigrante armenio que llegó desde Turquía en los años cuarenta y abrió una pequeña hilandería en la provincia de Corrientes que terminó por convertirse en lo que hoy es la empresa textil más importante de Argentina: el grupo TN&Platex.

La charla giró en torno un proyecto que Karagozian llamó “Mochila Argentina” y que consiste en un seguro que pagaría el empresario en función del número de empleados que su empresa posee y que serviría para pagar cualquier indemnización, en caso de que el empleado se quedara sin trabajo.

No lo define como prestación de desempleo porque “sería un activo del trabajador”, perceptible incluso en caso de renuncia voluntaria al trabajo. Le permitiría llevar consigo -en esta "mochila" metafórica- su antigüedad, incluso si pasó a otra empresa.

El hecho de que este seguro sería perceptible incluso en caso de dimisión voluntaria -y no solo en caso de despido- es precisamente la diferencia que, según Karagozian, sería fundamental para resolver conflictos que normalmente desembocan en conflictos laborales innecesarios. 

Como él mismo ejemplifica, permitiría a los empleados salir libremente de las empresas si consideran que no están bien remunerados, con la tranquilidad de recibir un salario mensual correspondiente a los años trabajados. 

“En Argentina el sistema actual promueve conductas que conducen a la situación de empresario rico, negocio pobre”, explica, en referencia a la inestabilidad política y la legislación laboral.

¿EL desafío? Reducir la necesidad de gasto público mediante la generación de empleo. “Mi amigo Javier Milei, a quien conozco desde 1989, estuvo de acuerdo conmigo en 2017 –recuerda– ¡pero el proyecto de ley que está por salir ahora está mal!”.

Y al respecto añade: "Creo que es un error abismal bajar el gasto público reduciendo los salarios de los empleados estatales, bajando las jubilaciones o cerrando obras de construcción, porque el Estado como empleador es el último recurso de una población que enfrenta un problema de desempleo”.

Su proyecto también daría "tranquilidad económica a la persona que quiera irse por su cuenta, pero en este caso el seguro no pagaría la indemnización total en una sola cuota, como ocurre con la indemnización por despido según la ley actual, sino que sería en cuotas mensuales, como un salario”.

Según Karagozian, esta medida reduciría el nivel de conflictividad en el mundo del trabajo. Al eliminar el riesgo de demandas, los empleadores se verían incentivados a contratar más personas para aumentar la capacidad de producción de sus empresas.

Además, explica el empresario, el proyecto también conduciría a un aumento del empleo, los salarios y el consumo. 

Las ideas del empresario textil son interesantes y su “mochila argentina” está llena de buenas intenciones. Sin embargo, a menudo la buena voluntad de los empresarios no se refleja en las decisiones prácticas tomadas en el momento de la verdad. De hecho, él mismo admite que no quiere subir los sueldos de sus empleados pese a saber que su trabajo vale más, porque en estos momentos el contexto económico no es favorable. 

Aunque es poco probable que se adopte una herramienta similar en un futuro próximo, siempre es positivo que se presenten nuevas ideas, especialmente en un contexto abierto al diálogo, como las cenas organizadas por el Circolo Italiano.