MONTEVIDEO - El domingo 27 de octubre 2,7 millones de votantes uruguayos están llamados a elegir al nuevo presidente para el período 2025-2030. En juego está la posibilidad de un retorno al poder del Frente Amplio (FA), o la continuidad de la coalición de centro-derecha actualmente en el gobierno bajo el liderazgo de Luis Lacalle Pou.

Según las últimas encuestas, parece difícil que alguno de los candidatos obtenga más del 50% de los votos, la cantidad necesaria para evitar la segunda vuelta, programada para el 24 de noviembre.

La agencia Factum, en su informe del 14 de octubre, señala que el Frente Amplio se mantendría a la cabeza con un 44% de las preferencias, lo que posiciona a su candidato Yamandú Orsi como claro favorito, pero quedaría aún lejos de la mayoría absoluta. Álvaro Delgado, del Partido Nacional, se ubicaría en segundo lugar con un 24%, mientras que Andrés Ojeda, del Partido Colorado, llegaría al 17%.

La agencia Cifra confirma resultados similares, con el Frente Amplio en un 44% y el Partido Nacional en un 23%, ligeramente por debajo del dato estimado por Factum. También registra una leve disminución para el Partido Colorado, que lo dejaría en el 15%. Según estos datos, toda la actual coalición de gobierno, compuesta también por Cabildo Abierto y el Partido Independiente, se situaría en torno al 43%.

Así, en este caso serían un 8% de indecisos quienes determinarían el resultado final en un eventual ballotage, que probablemente repetiría el escenario de 2019, con el centro-derecha unido detrás del candidato del Partido Nacional para desafiar al Frente Amplio y tratar de obtener la mayoría necesaria para mantenerse en el poder.

También Radar publicó un informe, dado a conocer por Montevideo Portal el fin de semana anterior a las elecciones, que muestra a Ojeda con un 18%, un punto por debajo del 19% de Delgado, y con Orsi que se quedaría en el 41%.

Un trabajo de Encuestas del Plata publicado el martes por la noche, sin embargo, presenta datos ligeramente diferentes, reduciendo el número de indecisos. Aunque confirma a Orsi a la cabeza con el 45% de las preferencias, prevé un 23% para Delgado y un 22% para Ojeda.

En este escenario, entonces, una eventual alianza de las dos formaciones de centro-derecha obtendría un mejor resultado que las otras previsiones, alcanzando el mismo porcentaje que el candidato del Frente Amplio.

Sin embargo, los protagonistas de estos últimos días antes de la votación no han sido solo las encuestas, sino también el expresidente José Mujica, quien reapareció en público tras pasar meses alejado de los reflectores debido al cáncer de esófago contra el que está luchando.

Visiblemente afectado por la enfermedad, el fundador del Movimiento de Participación Popular, al que pertenece el candidato del Frente Amplio, quiso estar presente para apoyar a Orsi en el acto de cierre de campaña y para saludar a sus militantes, destacando que es la primera vez en 40 años que no participa activamente en una contienda electoral, y solo a causa de sus difíciles condiciones de salud.

“Lo hago porque estoy luchando contra la muerte, porque estoy al final del partido, absolutamente convencido y consciente, pero tenía que venir hoy, aquí, por lo que ustedes representan”, explicó, recordando con emoción cuánto ha crecido el partido en las últimas décadas.

“Aún tengo vivo en la retina el recuerdo de la primera mateada con 20 personas en La Teja, hace 40 años. Ahora me encuentro ante una multitud”, contó el expresidente.

Mujica subrayó a continuación la importancia de los jóvenes, que “vivirán un cambio que la humanidad nunca ha conocido. La inteligencia será tan importante como el capital, y la educación será fundamental para las nuevas generaciones”, explicó, volviendo a reiterar un concepto que expresó en múltiples ocasiones durante sus años al frente del partido y del país: “Los mejores dirigentes son aquéllos que dejan un grupo que los supera con creces”.

Mujica hizo un llamado a la unidad. Afirmó que es necesario hablar con todo el país, no aislarse en el poder y exhortó a evitar el enfrentamiento, remarcando la importancia del diálogo y la cooperación entre las diversas fuerzas políticas.

El expresidente concluyó con un mensaje personal de esperanza y gratitud que trasciende el actual escenario político: “Debo agradecer a la vida, porque cuando estos brazos se vayan, habrá miles más listos para reemplazarlos. Hoy vine a agradecerles de corazón. Gracias por existir, hasta siempre”.