TRIESTE – El Festival de Cine Ibero-Latinoamericano de Trieste culminó con una lección magistral de Costa-Gavras el 18 de octubre y, hasta el 20, llevó a la ciudad giuliana los lenguajes, las estéticas y los diversos acentos del cine en castellano.

En esta ocasión, durante la cual también se proyectó la película Missing – Desaparecido (dedicada al golpe de Estado en Chile), Costa-Gavras recibió el Premio Allende, instituido en 2003 como reconocimiento a artistas, diplomáticos, periodistas e investigadores que trabajan para rescatar la memoria y la historia de los pueblos latinoamericanos.

Costa-Gavras, nacido en Grecia pero residente en Francia desde hace décadas, denuncia a través de su obra las dictaduras y los abusos del poder. Se ha ocupado del nazismo y de la “dictadura de los coroneles” en Grecia. Además, tiene una relación especial con América Latina, a la que ha dedicado dos películas.

Estado de Sitio (1973), Palma de Oro en Cannes, trata sobre las injerencias de Estados Unidos en la política sudamericana, en particular en Uruguay, a través del llamado Plan Cóndor.

Missing – Desaparecido (1982) narra la búsqueda desesperada del periodista estadounidense Charles Horman, desaparecido durante el golpe de Augusto Pinochet, llevada a cabo por su esposa y su padre. El padre, interpretado por Jack Lemmon (en el que fue, quizás, el único papel dramático de su carrera), es un ciudadano estadounidense conservador, convencido de vivir en la mejor democracia del mundo, la única capaz de garantizar los derechos humanos. Pero en Santiago, se enfrenta a la complicidad de su embajada con el régimen. Esta película también triunfó en el Festival de Cannes (Palma de Oro y premio a Jack Lemmon como mejor actor masculino) y ganó el Oscar al mejor guión adaptado.

Se trató de un momento particularmente significativo, ya que Rodrigo Díaz, fundador y director artístico del festival, es chileno. Ha vivido en Italia durante muchos años, después de huir de su país, donde su vida estaba en peligro a causa del régimen de Pinochet. Su salida fue posible gracias a la ayuda económica de Lietta D’Amico, sobrina de Luigi Pirandello.

El afiche realizado por el muralista Héctor “Mono” Carrasco, chileno residente en Italia.

Desde hace tres años, el Festival es socio de Ventana Sur Río de la Plata (en Montevideo del 2 al 6 de diciembre), el evento y mercado más importante de contenidos audiovisuales en América Latina, organizado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina y el Marché du Film – Festival de Cannes. Aquí, un jurado del Festival otorga tres premios, financiados por la Dirección General de Cine y Audiovisuales del Ministerio de Cultura italiano, que consisten en la elaboración de subtítulos en un idioma europeo a elección de los ganadores, para dar mayor proyección internacional a las obras.

En Trieste fueron presentada cuatro películas premiadas en las últimas dos ediciones de Ventana Sur: No nos moverán, de Pierre Saint Martin (México), que narra el plan de venganza de una abogada obsesionada con encontrar al soldado que asesinó a su hermano, Memorias de un cuerpo que arde, de Antonella Sudasassi Furniss (Costa Rica-España), la historia de una mujer educada en la represión sexual de su época, A la sombra de la luz, de Ignacia Merino Bustos e Isabel Reyes Bustos (Chile), que denuncia cómo cientos de torres de alta tensión han transformado un pequeño pueblo del centro de Chile en el más contaminado del país, y Monstruo de Xibalba, de Manuela Irene (México), que ofrece un delicado retrato de un joven que quiere saber qué sucede cuando morimos.

Una sección del Festival, Cine y literatura, presentó películas y documentales dedicados a escritores e intelectuales “caídos en el olvido”, cuya herencia artística corre el riesgo de ser olvidada. Este año le toca a Gabriela Mistral (¡otra vez Chile!), poeta y primera latinoamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945.

Después de ella, fueron premiados en Estocolmo el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), el chileno Pablo Neruda (1971), el colombiano Gabriel García Márquez (1982), el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010). “Todos hombres y todos ampliamente recordados y apreciados, a diferencia de ella, desaparecida de la memoria colectiva”, comenta Rodrigo Díaz. Por eso el festival le rendirá homenaje con el documental Locas mujeres, de María Elena Wood.

Otra protagonista femenina de esta edición es la artista mexicana Frida Kahlo, de cuya muerte se conmemora este año el 70º aniversario, ocurrida el 13 de julio de 1954. El Festival le dedicó un enfoque especial.

El Festival fue inaugurado con la proyección de Vlasta, apuntes para un documental, de Candela Vey, un homenaje a la istriana Vlasta Lah (la tercera protagonista femenina de esta edición), emigrada a Argentina durante el fascismo y la primera mujer directora en realizar un largometraje sonoro en este país.

Es imposible no notar de qué manera Italia y Sudamérica se encuentran ligadas por migraciones de ida y vuelta, exilios vinculados a dictaduras feroces en ambas orillas del océano, rupturas dolorosas y nuevos comienzos. Pero esta vez, para Vlasta es casi un regreso a casa, al lugar de donde partió su historia.

El programa completo está disponible en la página web del Festival.