BUENOS AIRES - Eduardo Serenellini, secretario de Prensa de la Nación durante poco más de un año, presentó este martes su renuncia. Aunque el exfuncionario atribuyó su salida a “razones personales” en un mensaje en redes sociales —"agradezco su confianza y conservo una gran amistad"—, trascendidos señalan que su salida habría sido impulsada por Karina Milei, figura clave en el denominado “Triángulo de Hierro”, junto al asesor Santiago Caputo.
Serenellini, que ejercía un rol formal y sin mucha relevancia operativa, enfrentaba tensiones internas, especialmente con Manuel Adorni, portavoz presidencial y actual secretario de Comunicación y Medios. Según versiones no oficiales, su gestión generó críticas en sectores como el agropecuario, luego de que derivara al titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, a una reunión sin resolución durante el conflicto por las retenciones.
La permanencia de Serenellini, que estuvo en el cargo durante poco más de un año, sorprendió incluso dentro del Gobierno, donde se especula con la posibilidad de eliminar la Secretaría de Prensa en lugar de buscar un reemplazo. Su gestión también estuvo empañada por un escándalo vinculado a una agencia de publicidad privada que manejaba pauta oficial.
Desde círculos oficialistas se insinuó que su falta de alineación total con el núcleo duro del Gobierno aceleró su salida y que fue Karina Milei, “el jefe”, quien le había comunicado que a fines de enero debería dejar el cargo.
Los cortocircuitos con el ahora ex secretario de Prensa pudieron observarse durante la visita de la primera ministra Giorgia Meloni a la Argentina, cuando Serenellini, que se acercó al salón donde la italiana brindó una declaración a la prensa junto a Milei, no fue invitado a presenciar la ceremonia.
En paralelo, la administración libertaria anunció la designación de Santiago Castro Videla como nuevo Procurador del Tesoro, en reemplazo de Rodolfo Barra, quien fue despedido días atrás. Barra, según admitió el vocero Adorni, recibió un pedido de renuncia tras diferencias en estrategias legales, incluyendo el litigio por YPF en Estados Unidos.
Castro Videla, abogado especializado en derecho administrativo y constitucional, fue la segunda opción de Milei después de que Ricardo Manuel Rojas rechazara el cargo. "El presidente cree que hoy el mejor para cubrir ese lugar es Castro Videla", explicó Adorni, evitando profundizar en los motivos de la salida de Barra.
El nuevo Procurador del Tesoro de la Nación se expresó en redes sociales luego de ser confirmado en el cargo. “Trabajaré incansablemente para, con esfuerzo y la ayuda de Dios, cumplir con responsabilidad esa función tan importante para la Nación y los derechos y libertades de sus habitantes”, prometió.
Se trata de la tercera desvinculación registrada en el Ejecutivo en lo que va del año. La primera correspondió a Ignacio Yacobucci, quien dejó su puesto al frente de la Unidad de Información Financiera (UIF).
Estos movimientos reflejarían un patrón en el Gobierno: la remoción de funcionarios considerados “no alineados” con la ideología oficial. Así lo sugirieron medios al recordar casos como el de Belén Stettler, antecesora de Serenellini, o el reciente despido de Barra, disfrazado inicialmente como una renuncia.
Mientras el oficialismo insiste en priorizar la “eficiencia”, críticos apuntan a una centralización de poder en manos de Karina Milei y Caputo. Con estos cambios, se consolida la imagen de un Gobierno dispuesto a renovar su equipo ante cualquier divergencia, incluso si eso implica desdibujar la línea entre renuncias voluntarias y desplazamientos forzados.