BUENOS AIRES – En el corazón de los bosques de Palermo, el pulmón verde de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra un edificio con forma de chalet inglés, casi escondido entre la vegetación.

Se trata del Museo Sívori, que cuenta con un patrimonio propio de cuatro mil obras de artistas argentinos de los siglos XX y XXI y organiza exposiciones temporales, siempre con el objetivo de promover la producción nacional e incentivar a los jóvenes a exponer y acceder al mercado del arte.

Está dedicado a Eduardo Sívori (1847-1918), considerado uno de los grandes pintores de la segunda mitad del siglo XIX, fundador de la corriente del Realismo pictórico en Argentina. Nació en Buenos Aires, pero era hijo de un comerciante genovés. Su madre pertenecía a la alta sociedad criolla de la época.

Enviado muy joven a Italia y Francia para realizar algunos negocios por cuenta de su padre, descubre el arte europeo, visita museos y galerías y, al regresar a Argentina, comienza a estudiar dibujo y grabado.

A lo largo de su vida, se dedicó no solo a crear arte, sino también a difundir la cultura y a fomentar la formación de los jóvenes.

En estas semanas de verano, el Museo Sívori -fiel al mandato del artista de quien lleva su nombre- ofrece talleres, cursos y visitas guiadas con artistas para toda la familia.

Laboratorio de impresión (foto: Gobierno de la Ciudad Buenos Aires).

En particular, los talleres de impresión, grabado, acuarela, máscaras y esculturas en cartón están dirigidos a niños de 8 a 12 años.

Las actividades son gratuitas y se realizan en colaboración con el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y forman parte de la programación estival Cultura de Verano.

El calendario de puede ser consultado en este enlace.