CARACAS – Se llama Camila Gomes, cursa el último año en el colegio ítalo-venezolano Simón Bolívar y Giuseppe Garibaldi de Caracas (una combinación de nombres más acertada, imposible), y tiene una gran pasión por el teatro. Fue premiada como mejor actriz en la categoría “Representación” en la octava edición del concurso internacional Uno, nessuno e centomila, que se realizó en Agrigento, ciudad natal de Luigi Pirandello, a quien está dedicado el certamen.

El concurso, organizado con apoyo del Ministerio del Exterior de Italia y la Fundación Teatro Pirandello, reunió a participantes de distintos países, todos vinculados al teatro escolar.

Camila y un grupo de jóvenes actores de su colegio presentaron la obra Così é (se vi pare) - (de Pirandello, claro)-, bajo la dirección de su profesor Natale La Rocca. Escrita en 1917, la obra (originalmente un cuento) explora los temas de la identidad, la realidad y las apariencias, que tomaron gran protagonismo a comienzos del siglo XX, gracias al auge del psicoanálisis y a la crisis del modelo científico heredado del Iluminismo.

El jurado internacional evaluó la obra a partir de un video, y quien viajó a Italia a recibir el premio en representación de la escuela fue el vicedirector Claudio Milazzo.

Junto a Camila Gomes, la joven compañía teatral estuvo compuesta por Enmanuel Sánchez, Miguel Páez, Salomé Manzano, Rocío Pérez, Roger Capozzolo, Luisana Carrero, Gabriel Acosta, Valery González, Sarah Peñuela y Diego Ponce.

Para el colegio Bolívar y Garibaldi, este reconocimiento va más allá del plano artístico: representa una apuesta por las artes como herramienta de formación integral y de crecimiento colectivo.

“Recibir esta noticia en Caracas fue profundamente emocionante –confiesa Camila Gomes–. Este premio, otorgado en la tierra natal de Pirandello, no solo confirma mi vocación como actriz, sino que lo siento como una señal del destino hacia mi futuro profesional”.

Camila actúa desde chica. Participó en el elenco de tres obras de teatro y un cortometraje realizados en la escuela, y en otras dos obras por fuera del ámbito escolar. En Così é (se vi pare) interpretó a la Señora Frola, la protagonista.

Sobre el desafío de actuar en italiano, Camila explica que su colegio es bilingüe y que convive con el idioma desde que tenía tres años. Pero el aprendizaje en el aula fue apenas el primer paso.

“Interpretarla en escena exigía ir más allá –reflexiona–. Cada pausa, cada gesto, cada inflexión en la voz tenía que transmitir una italianidad auténtica”.

Y no solo eso. La Señora Frola es una mujer mayor, lo cual hacía aún más difícil conectarse con el personaje para alguien de 16 años.

“Pasé noches enteras ensayando frente al espejo –cuenta Camila– hasta que los diálogos dejaron de ser palabras y se convirtieron en vivencias reales. Este premio demuestra que logré, aunque sea por un momento, convertirme en ese personaje siciliano. Me ayudó mucho una experiencia previa actuando en Giufà, también de Pirandello, y haber participado en un concurso reciente de máscaras sicilianas. No gané, pero fue clave para acercarme a la cultura de la isla”.

Su modelo a seguir es la actriz mexicana Bárbara de Regil, conocida a nivel internacional por la serie colombiana Rosario Tijeras.

Natale La Rocca, profesor de la escuela, resalta el valor formativo de la experiencia:

“Trabajar con Pirandello siempre representa un desafío –dice–, pero estos chicos demostraron una madurez interpretativa extraordinaria. Esta ‘farsa filosófica’, que cuestiona la verdad y las apariencias, nos permitió crecer tanto artística como personalmente”.

Para Claudio Milazzo, este logro tiene un significado doble:

“Este premio no es solo un reconocimiento –señala–, sino también el eco de una historia que empezó hace 71 años, cuando mis padres, Filippo y Liboria Milazzo, convirtieron un living improvisado en un refugio para los hijos de inmigrantes italianos. Hoy, nuestros estudiantes le mostraron al mundo el poder del teatro escolar: un arte que combina emoción y compromiso”.

Dirigiéndose a los jóvenes actores, agregó:

“El coraje con el que interpretaron Così é (se vi pare) demuestra que el futuro del teatro está en manos de personas apasionadas y comprometidas. Como decía Pirandello, cada personaje encierra una multitud de cosas, y ustedes lograron darles vida con sensibilidad y madurez. No dejen de soñar. Cada historia que cuentan no solo deja huella, sino que construye puentes entre Venezuela e Italia”.

Camila está en el último año del secundario y ya piensa en la universidad:

“Muchos me recomiendan seguir una carrera con una salida laboral segura, pero yo sé que quiero estudiar Arte –declara, decidida–. Quiero ser actriz y sé que lo voy a lograr. Mis raíces son portuguesas, mi realidad es venezolana, la cultura que estudio es italiana. Sueño con actuar en los tres idiomas y tender un puente entre culturas”.