BUENOS AIRES - Manuel García Mansilla presentó su renuncia "indeclinable" como juez de la Corte Suprema, luego de que el Senado rechazara su pliego por amplia mayoría la semana pasada. La decisión también afectó al juez Ariel Lijo, cuyo nombramiento fue vetado en la misma sesión. 

En una carta de siete páginas dirigida al presidente Javier Milei, el magistrado criticó la falta de integración del máximo tribunal y advirtió sobre las consecuencias de su funcionamiento con solo tres miembros.

Claves de la renuncia

García Mansilla había sido designado en febrero mediante un decreto presidencial, que apelaba al artículo 99 inciso 19 de la Constitución Nacional, el cual habilita al presidente a realizar designaciones “en comisión” durante el receso legislativo. Sin embargo, el decreto fue rápidamente cuestionado por organizaciones civiles como CEPIS, que argumentaron que no existía una urgencia real, ya que restaban apenas cinco días para la reanudación del Congreso.

El pliego fue tratado recién la semana pasada por el Senado, que decidió no aprobar su pliego con el rechazo de kirchneristas, radicales y parte del PRO. Solo recibió apoyo de Libertad Avanza y algunos bloques provinciales.

En su carta, el exjuez denunció que la Corte “funciona en un espejismo institucional” con tres integrantes, lo que genera retrasos en más de 90.000 expedientes y perjudica a los ciudadanos. También cuestionó la "indolencia" de sectores políticos ante las vacancias prolongadas en el Poder Judicial.

García Mansilla sostuvo que su nombramiento temporal era constitucional y necesario para evitar la parálisis del tribunal, pero aseguró que su permanencia ya no contribuiría a resolver el problema.

Previo a su renuncia, el juez federal Alejo Ramos Padilla había ordenado a García Mansilla abstenerse de firmar fallos por 90 días, cuestionando la legalidad de su designación. Además, instó al tribunal a no tomarle juramento a Lijo, quien aún no había asumido. La decisión judicial se conoció apenas minutos después de la votación en el Senado, intensificando el conflicto institucional en torno al máximo tribunal.

Fuentes del Gobierno admitieron que no propondrán nuevos candidatos a corto plazo y señalaron que la Corte, ahora con tres jueces, enfrentará “trabas” para operar.

En su misiva, el exmagistrado instó a los poderes políticos a priorizar la integración del Poder Judicial por encima de “mezquindades” partidarias.

La salida de García Mansilla deja al máximo tribunal con solo Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti como miembros activos tras la renuncia de Elena Highton de Nolasco en 2021 y la reciente salida de Juan Carlos Maqueda en diciembre de 2024.