BUENOS AIRES – Excéntricos, alucinantes, distópicos, filosos. Los actores de la compañía catalana La Fura dels Baus han regresado a Buenos Aires con el espectáculo SONS (Ser o no ser), inspirado en el Hamlet de William Shakespeare.

Se trata de una versión postapocalíptica de la tragedia, en la que la mitad de la humanidad ha sido transformada en zombis por una misteriosa epidemia. Los sobrevivientes deambulan en busca de agua, dispuestos a matarse entre ellos por obtenerla, a menos que decidan seguir al predicador de turno, que confía en la oración para invocarla.

En este mundo futuro solo existen dos clases sociales: los no-muertos y los sobrevivientes, quienes se dan un festín a base de choripanes y hamburguesas, que luego se revelan hechos con carne humana.

Es en este escenario pesadillesco donde se desarrolla el monólogo “Ser o no ser” (Se o no ser, que da nombre a la obra), con Hamlet suspendido en el aire dentro de una bolsa de plástico que recuerda los envases de carne del supermercado.

Aquí, Ofelia enloquece, sedienta de amor (otra vez el agua como tema central), imposibilitada de “ser”, para finalmente ahogarse en una urna de cristal. Una figura que es, al mismo tiempo, pez betta, sirena y bolsa de plástico, víctima del descarte emocional.

La muerte de Ofelia. (Foto: La Fura Dels Baus/Agustín Dusserre)

En esta obra de trama descarnada, los temas esenciales de la tragedia shakespeariana emergen como pedazos de carne colgando de huesos cadavéricos (que aparecen al final, en un memento mori digno de una danza macabra medieval): razón y locura, fuerzas del destino en oposición, libre albedrío derrotado por el azar, la lucha entre el bien y el mal, el dilema entre libertad y responsabilidad, el sentido de la vida y el de la muerte.

Como en todos los espectáculos de La Fura dels Baus, el montaje requiere un espacio no convencional (en este caso, el Teatro Sin Piso en el Club GEBA de la Ciudad de Buenos Aires), un entorno que cada noche se reinventa en función del comportamiento del público. Los espectadores son libres de caminar, actuar y elegir dónde ubicarse (tanto en el espacio físico como en su postura política frente a la propuesta).

Una escena emblemática del lenguaje adoptado por la compañía. (Foto: La Fura Dels Baus/Agustín Dusserre)

El teatro de La Fura dels Baus es un teatro de ruptura. Y lo sigue siendo, más de 45 años después de la fundación de la compañía en 1979, al final de una década clave que marcó el retorno de la democracia en España (Franco muere en 1975). Un período en el que, en el ámbito artístico, triunfaron la experimentación y la deconstrucción: la eliminación de la cuarta pared, la desarticulación de las unidades dramáticas y una puesta en escena deliberadamente perturbadora, concebida como un proceso de creación colectiva.

A lo largo de estos años, la compañía catalana logró desarrollar un lenguaje, un estilo y una estética inconfundibles, con la capacidad de fusionar lo carnal y lo místico, la naturaleza y la artificialidad, el primitivismo y la tecnología, lo vulgar y lo sublime.

El director artístico del espectáculo y de la compañía es Carlus Padrissa, uno de sus fundadores.

El espectáculo permanecerá en la Ciudad de Buenos Aires hasta finales de marzo, para luego iniciar una gira por Sudamérica.

Las entradas están disponibles online.